8.6.10
2.3.59. Miles Davis y Bill Evans. Foto tomada en la primera sesión de grabación de Kind of Blue.
El silencio es el ruido más fuerte, quizás el más fuerte de los ruidos.
Miles Davis
Si existe una palabra que exprese exactamente la característica que define todos los estilos del jazz ésa es la improvisación. El espíritu del jazz es la invención espontánea; la forma más común se basa en variaciones que se tocan a partir de melodías de blues o canciones conocidas. Las melodías de temas como "Wild Man Blues" eran interpretadas, variadas y "jazzeadas" para regocijo del o de la solista y del público. Cuando los pioneros, como Louis Armstrong, fusionaron espíritu y forma, el resultado fue el jazz atemporal.
Una melodía es básicamente una sucesión de notas, y cada una de ellas es la raíz de un acorde correspondiente; la línea melódica se mueve (en jerga de jazz, tiene "swing") horizontalmente a través del tiempo. A este movimiento se le conoce como "progresiones de acordes", o simplemente "cambios de acordes". En las notas de estos acordes -la estructura de acordes- es donde se halla la armonía, o componente vertical del jazz. En casi todo el jazz anterior a 1960, la armonía era la única orientación del improvisador. Si no sabía las notas de los acordes que se tocaban, el solista estaba perdido. Después vino el bebop, que complicó aún más la armonia.
La genialidad de Charlie Parker y Dizzy Gillespie consistió en reinventar las posibilidades armónicas y rítmicas del jazz. Sus solos abrieron un nuevo territorio en la armonía del jazz, a fuerza de encontrar notas nuevas para interpretar en la estructura de acordes. Tocaban con ímpetu a través de los "cambios" con un fraseo cada vez más elástico, y llenaban los compases de semicorcheas como nunca se había hecho anteriormente.
Con la llegada de la temeridad pionera de Bird y Diz -que enriquecía y ampliaba el número de notas que se podían tocar dentro de una estructura de acordes dada-, surgió la necesidad de hallar una brújula armónica más precisa. Para decirlo con palabras de Cannonball Adderley: "La disciplina del bebop significa que debes tener información de como tocarlo".
A pesar de las innovaciones del bebop, la improvisación y las progresiones de acordes permanecieron inextricablemente vinculadas. Varios exalumnos del bebop -y de la escuela posterior del cool- se habían cansado de las mismas progresiones que definían los caminos trillados para la improvisación. No eran los temas en sí; los compositores de jazz seguían creando temas y melodías nuevos e interesantes. Lo que no resulta satisfactorio era la estructura demasiado conocida de las progresiones. En los años cincuenta hubo indicios de que los intérpretes se alejaban de la "autopista" de los acordes para abrazar un nuevo estilo de jazz: el modal.
"Modal" (o su sinónimo, "escalar") literalmente significa "de escalas". Según esta definición, cualquier música, o sistema sónico, basado en un patrón con una nota central "tónica", es modal. "Jazz modal" en el contexto de finales de los años cincuenta tiene, de alguna manera, esta connotación. Así es como Miles Davis lo explicó a Nat Hentoff en octubre de 1958:
Cuando Gil escribió el arreglo de "I Loves You, Porgy", me escribió sólo una escala. Sin acordes. Y esto... te da mucha más libertad y espacio para escuchar cosas.
Cuando funciona así, puedes ir tirando hasta el infinito. No tienes que preocuparte de las progresiones y puedes sacar mucho más partido de la melodía. Se convierte en un reto para comprobar lo inventivo que puedes llegar a ser melódicamente. Cuando te basas en acordes sabes que al final del compás 32 se acabaron los acordes y lo único que puedes hacer es repetir lo que ya has hecho, con variaciones.
Creo que está empezando un movimiento en jazz que se aparta de la serie convencional de acordes... habrá menos acordes pero infinitas posibilidades respecto a lo que se puede hacer con ellos. Hay compositores clásicos -algunos- que hace tiempo que componen de esta manera, pero los músicos de jazz prácticamente no lo han hecho.
Cuando quiero poner algo de música a J.J.Johnson... lo hago a través del auricular del teléfono. El otro día le puse las escalas armenias de [Aram] Khatchaturian; son diferentes de las escalas occidentales habituales. Entonces hablamos de la posibilidad de dejar que las melodías y escalas se conviertan en el motor del tema. J.J. me dijo: "No voy a escribir más acordes" Y fíjate en George Russell. Sus composiciones son básicamente escalas. Al fin y al cabo, las progresiones se pueden intuir".
(...)
Las notas de presentación de Kind of Blue fueron de Bill Evans.
Existe un arte visual japonés en el que el artista está obligado a ser espontáneo. Tiene que pintar en un pergamino delgado extendido con un pincel especial y pintura negra de acuarela, de tal manera que un brochazo forzado o interrumpido destruiría la línea o atravesará el pergamino. No son posibles los borrones ni los cambios. Estos artistas deben practicar una disciplina específica, la de permitir que la idea se exprese a sí misma en comunicación con sus manos de forma tan directa que no puede interferir la deliberación. Las pinturas resultantes carecen de la composición compleja y las texturas de la pintura convencional, pero se dice que aquellos que saben ver encontrarán algo capturado que escapa a cualquier explicación. Esta convicción de que la acción directa es la reflexión más llena de significado, en mi opinión, ha inducido a la evolución de disciplinas extremadamente severas y especiales como son las del músico del jazz o improvisador.
Ashley Kahn
Miles Davis y Kind of Blue