14.3.11
Fotograma de Satyricon, 1969. Federico Fellini
Apuntes de dirección
No te conozco
¿Quién eres?
Nazis - racistas - jodelle
Mineral - neurótico - alucinado - psicodélico - bárbaro - ciencia - ficticio
Marcianos - manicomio
En el aire, una vibración diferente. ¿Te acuerdas del sueño de los gordos color de rosa, borrachos, de las salitas del manicomio?
Calentura. Calentísima.
Como intentar reconstruir un ánfora antiquísima con los restos encontrados siglos después.
Polvo - Oscuridad (Evocación).
Acabar con partes cada vez más truncadas, laceradas; fragmentos...
"...el viejo reía indicando algo en la reverberación..."
"...el caballo mojado de sudor..."
"...los ojos se le habían vuelto melancólicos..."
Oscuridad - Colas negras - Voces roncas que murmullan frases cada vez más fangosas; ahogados que intentan hablar.
Recordar:
La atroz fijación de los bajorrelieves. Ojos vacíos. Sin pupila. Ojos de bronce.
Las fiestas - La noche estaba totalmente estrellada de fuegos de alegría.
Muchas casas en construcción. Puentes. Ruinas. (Terremoto en la ínsula Félix, el terrorífico edificio rascacielos, inmenso, oscuro, hormigueante como la torre de Babel de Brueghel).
Una película sobre los marcianos. Debería tener la misma fascinación, compuesta de alarma y tensión, que tenían para nosotros las primeras películas japonesas: no sabias nunca si esos personajes reían o lloraban, los saltos imprevistos, los aullidos felinos de Toshiro Mifune te paraban el corazón: ¿te abrazaría como un hermano o te cortaría en dos de un golpe de espada?
Arrítmico - Inconexo - Oblicuo - Imprevisible.
Lentitud exasperante, velocidad de microbios.
Mal interpretado, con silencios larguísimos, trabas en la lengua. Roto, vacilante, un doblaje impersonal, aséptico, como las voces de los noticiarios radiofónicos. Un doblaje técnicamente equivocado, con las voces que terminan antes que los movimientos labiales, o continúan después: como para horrorizar a los técnicos de sonido, y sobre todo a los norteamericanos, que en un plano repleto de miles de marineros amotinados y furiosos, en un mar de tempestades, se toman la molestia de observar ávidamente si las órdenes que grita el almirante coinciden con sus movimientos labiales.
Una fábula sugestiva y misteriosa. Una película de planos fijos, inmóviles, sin travellings ni otros movimientos de cámara. Una película totalmente para contemplar, a semejanza de los sueños: y te quedas hipnotizado por ella. Todo será desligado, fragmentario; y al mismo tiempo extrañamente homogéneo. Cada detalle irá por su cuenta, aislado, dilatado, absurdo, monstruoso: como en los sueños. Mucha oscuridad, mucha noche, muchos ambientes oscuros, mal iluminados. O paisajes parecidos a limbos, inmersos en un sol irreal, decolorado, soñador. Muchos corredores, pasillos, estancias, patios, callejones, escalinatas y otros parajes parecidos, angostos y angustiosos. Nada luminoso, ni blanco, ni nítido. Los vestidos llenos de tintes sucios y opacos, que sugieren la piedra, el polvo, el fango. Colores como el negro, el amarillo, el rojo, todos, sin embargo, como velados como una ceniza que cae perpetuamente. En sentido figurado, intentaré realizar una contaminación de lo pompeyano con lo psicodélico, del arte bizantino con el pop, de Mondrian y Klee con el arte bárbaro: una magmática liberación de imágenes.
Recordar:
Proporciones desquiciadas.
Pequeños hombrecillos en primer plano y gigantes al fondo.
El coloso de Nerón transportado sobre un carro por los callejones de Suburra.
Maquillar a las bestias. (¡Esto lo quiero hacer yo!)
Animales desconocidos de razas extinguidas.
Importante: gestos, guiños, muecas que se refieren a sobrentendidos indescifrables. Miradas fijas. O erráticas, febrilmente. (¿Y si Gitón se expresara sólo con señas, imitando las cosas, las personas y los acontecimientos con una lógica propia, fascinante y sibilina, como Harpo Marx?)
Lupercales.
Las estatuas de Venus y Marte con el imán en la barriga son atraídas poderosamente la una hacia la otra.
...en voz alta: "La noche ha terminado. ¡La noche ha terminado!".
Federico Fellini
Hacer una película