Escuela Kanõ. Pájaros y flores de las cuatro estaciones, inicio s.XVII.
Ay dulce espontánea
tierra cuantas veces
los
seniles
dedos de
lascivos filósofos pellizcaron
y
hurgaron
tu carne
,cuántas el licencioso pulgar
de la ciencia aguijoneó
tu
belleza ,cuántas
veces las religiones te han sentado
en sus descarnadas rodillas
estrujándote y
violentándote para que pudieras concebir
dioses
(pero
leal
al incomparable
lecho de muerte tu
rítmico
amante
tú les repondiste
sólo con
primavera)
E.E. Cummings