25.12.23

 

Paul Éluard por Brassaï, 1944




PAUL ÉLUARD IN MEMORIAM

¿Puede el cántaro ser más bello que el agua?
¿Puede la muerte de un poeta alumbrar el mundo?
El día era de nácar, fue el día más hermoso
de aquel invierno. Un caballo de luz onduló el cielo.
Llegó una carta del vacío
y la campana de la nieve estalló con nítido sonido.
¡Escucha el susurro de las palabras rubias entre los labios del poema!
Escucha sus latidos, la fuerza elemental de la fuente.
Un farol de paja se mueve por nuestro jardín encantado:
es alguien que estudia minuciosamente la heráldica de los frutos.
¡Agua celeste, estación de metro, suburbio oprimido como un pecho!
Alguien ha muerto en París, la ciudad de sus múltiples nacimientos,
bajo el sol de la esperanza, bajo un amor desintegrado.
Un perro enfermo merodea por el umbral de la puerta.
Te veo anciano de ideas luminosas, nervioso
y transparente, te veo deshacerte en polvo,
te veo desvanecerte como tenue humo o nieve,
una nube de nieve negra en noches blancas.
Erik Lindegren
Traducción: Francisco J. Úriz