26.5.11
29/30 de septiembre de 1986. Noche
He soñado con un rincón del patio de un monasterio muy agradable que tenía un olmo secular enorme. De repente me doy cuenta de que en alguna parte, debajo de las raíces, se levanta una llama y comprendo que se debe a la multitud de velas encendidas bajo el suelo, que brillan en los corredores subterráneos. Salen corriendo dos monjas asustadas. Después la llama se eleva hacia arriba y veo que ya no se puede apagar: casi todas las raíces son como carbón ardiente. Me quedo muy triste y me imagino ese sitio sin el olmo: vacío, absurdo, miserable.
Andrei Tarkovski
Martirologio. Diarios 1970-1986