2.3.14


Il Toro farnese, aprox. 130 a.c. Termas de Caracalla - Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.


El corazón anda al acecho de un sentimiento puro.

A la luz tenue del alba del bosque
promete peligros y advierte de trofeos.
Hay que estar atento para distinguirlos
y hay que cerrar un ojo para apuntar.


(...)
No es lo que busco
lo que en este bosque
coincide consigo mismo.


¿Qué es este alboroto?
¿Por qué las felicitaciones?
Parece que el cazador
ha abatido una pieza.
"¿He sido yo?"
Los demás se ríen, lo toman por bromista.
En los colmillos amarillos de los perros
se concentra la conciencia de la muerte.
Por los nervios de la jauría deducen
que se trata de una pieza grande.
Oh, es un jabalí adulto.
Parece el alcalde jabalí.
"Nunca había matado un animal,
por lo menos que yo sepa,
y de no ser por el aviso de los perros
allí habría quedado su cadáver descompuesto."
Nunca había matado un animal
y no sabía que se hiciera así.
Que se disparase a ciegas
antes de sentarse a esperar una señal.

Bárbara Mingo Costales
Al acecho