22.3.14



Sarcófago dionisíaco con escena de pannychis. Museo arqueológico de Nápoles.


Fotograma de ¡Que viva México! 1930-1979. Serguei Eisenstein.


Como parece observar Aby Warburg en la zona de los arrebatos en grupo orgiásticos es donde debemos buscar el sello que graba en la memoria los movimientos de los arrobos extremos de la emoción, en la medida en que se puedan traducir al lenguaje gestual, con tal intensidad que los engranas de la experiencia de la pasión doliente persistan como una herencia almacenada en la memoria. Existía, al menos, tanta memoria almacenada en los gestos del grupo de incendiarios como en los relieves del edificio que habrían de destruir.

Pedro G. Romero