16.4.15


El dibujo es, en cierto modo, como la resonancia de un sonido o un eco. Curiosamente siempre contemplo un dibujo como algo que está más allá de la visión.
Lo que quiero decir, simplemente, es que, en los dibujos que me interesan, en un momento dado ninguna de las líneas importa en absoluto. Son elementos que ayudan a conducirte a otro lugar, lugar que está más allá del dibujo. Creo que un dibujo es bueno si, de alguna manera, todo él desaparece de una vez.

Untitled (Cy and Olmo) nº 6, 1994. Julian Schnabel.

Pienso que utilizo las fotos en mis dibujos casi como si fuera un espejo. Las utilizo como una no-imagen, de forma que, aunque son muy, muy concretas (se reconoce lo que son a primera vista), creo que, en definitiva, de alguna manera intervienen en el papel modificando otros gestos que están en él... Son como una zona en blanco, un punto ciego.

Pienso en los dibujos de Artaud, o en las fotografías de Wols; cuando miras una de estas fotografías no sabes lo que estás viendo. Muchas veces lo que quiero es una no-fotografía. Vienen a mi mente las fotos de Jean Kallina. Son únicas; son como las fotografías que tomara una recién desposada antes de suicidarse. Son como si nadie las hubiera hecho. Y sé que están compuestas, están muy elaboradas. Pero cuando las miras parece que nadie ha sacado esas fotos. Se dió la circunstancia de que la cámara colgaba de la chaqueta de alguien y se disparó, siendo sólo un testigo: una especie de no-suceso. Y en esa dirección hay mucho espacio que explorar.

Julian Schnabel en conversación con Francesco Clemente.