28.2.18

Traslación del cuerpo de San Marcos, 1562-66. Tintoretto



Se cree, generalmente, que la atención prestada por los artistas del Renacimiento a la naturaleza –su notoria pasión por la anatomía, la perspectiva, la teoría de las proporciones, etc.- sólo tuvo por objeto la restitución correcta de cuanto vemos a nuestro alrededor. Pero se podía decir exactamente lo contrario. En muchos casos, en efecto, la excavación anatómica, la travesía perspectivista, la teorización de las formas no tienen más que consecuencias desequilibrantes: puntos de referencia invertidos o aniquilados, visión de las cosas abandonada a la extrañeza, a lo nunca visto, a las paradojas. Y por medio de lo cual el espacio de nuestra visibilidad familiar se distorsiona y se transforma en un lugar literalmente abierto, lugar de vacíos imposibles de colmar, lugar construido por lo imprevisible y por el desafío al sentido común.

Georges Didi-Huberman
Ser cráneo