Los cantos del inframundo, 2020. Paco Nadie
No se contarlo mejor.
Hay una puerta quemada en las calles de Roma,
Estalagmitas en una fuente sobre la cloaca máxima.
Una isla roja en la fuente de un jardín.
Hay óxido en el corazón de un hércules castrado,
Dos agujeros en el mármol,
La cabeza de un cíclope dormido tras un cristal,
Un buda decapitado, impasible,
Una tiara etrusca que levita,
Un can a la entrada de los Museos Vaticanos,
Una serpiente entre las manos de una mujer.
Un hueso tallado,
animales
y sueños.
El arte no era para los mortales
El mundo era un lugar
Que un día imaginamos
Pero hay tanta muerte en los museos...
He visto en las cavernas los milagros,
un templo en cada mano
Un altar de herramientas descansadas,
Un aro impenetrable sobre una pared de hormigón,
Las palabras gastadas y la belleza de las armas.
Parece que todo estuvo siempre ahí
En el lento movimiento de las cosas.
Hierba y nieve.
El agua y las montañas,
Y el fuego.
Hay una niña jugando en la oscuridad,
Una mujer en el hospital
Una ausencia permanente en las fotografías,
Y una canción olvidada en cada una.
Hay un recuerdo en la canción
y un libro abierto entre tus manos.
Paco Nadie