Tanto lavra as madeiras para que seja outro o espaço
a segui-lo: não as mobílias,
traves das salas, nem as janelas e portas,
ou os barcos nos campos de água;
lavra a estaca e irrompe dela,
da fria seiva trançada,
pontos de força,
vibração, respiração das fibras: irrompe
a flor chamada Chaga
- e é esse o espaço que o segue, que ele arruma, onde se põe
em equilibrio,
nomeando os artefactos, colhendo o ar que se exala
da linha de nomes sobre o abismo,
e por cima do abismo ele brande aquela vara
com a cor
ao toque no fundo:
tão intrínseco e junto, tudo, e explícito: dor e ornamento,
e o ornamento é tão
experimentado no mundo, e trabalhado em madeiras e dedos,
tão sofrido como atenção, que ele mesmo
sustém a chaga ao lume de seu baptismo,
e cerrando o extenuante espaço do concreto
dentro de si,
vive disso.
Herberto Helder
Do mundo
Tanto ara las maderas para que sea otro el espacio
a seguirlo: ni los muebles
ni las vigas de las habitaciones, ni las ventanas y puertas
ni las barcas en los campos de agua;
ara la estaca y brotan de ella,
de la fría savia trenzada,
puntos de fuerza,
vibración, respiración de las fibras: brota
la flor llamada Llaga
- y es ese el espacio que le sigue, que le ordena, donde se pone
en equilibrio,
nombrando los artefactos, recogiendo el aire que exhala
de la línea de nombres sobre el abismo,
y por encima del abismo él blande esa vara
con el color
al tacto en el fondo:
tan intrínseco y junto, todo, es explícito: dolor y ornamento,
y el ornamento es tan
experimentado en el mundo, y trabajado en maderas y dedos
tan sufrido como la atención, que él mismo
sujeta la llaga al fuego de su bautismo
y encerrando el extenuante espacio de lo concreto
dentro de sí,
vive de eso.
Herberto Helder
Del mundo