9.6.12
Escultura móvil, 1920. Man Ray
Por ello, habría que escuchar atentamente cada susurro del mundo, tratando de percibir tantas imágenes que nunca han encontrado su reflejo en la poesía, tantos fantasmas que nunca han logrado los colores del estado de vigilia. Sin duda, se trata de una tarea imposible por dos razones: primero, porque nos obligaría a reconstruir el polvo de esos dolores concretos, de esas palabras absurdas que nada preserva en el tiempo; luego, porque esos dolores y palabras sólo existen, sobre todo, en el caso de la separación.
Michel Foucalt
Historia de la locura en la época clásica.