19.5.11
En este librito, que había pertenecido a un tío abuelo por parte de madre que en los años noventa del pasado siglo había trabajado un tiempo como tenedor de libros en Alta Italia, todo está tan perfectamente organizado, como si el mundo efectivamente no estuviese compuesto más que de palabras, como si por ello también lo terrible se hubiera puesto a salvo, como si cada parte tuviese su contrario, de algo malo algo bueno, de cada disgusto una alegría, de cada desgracia un golpe de suerte y de cada mentira un fragmento de verdad.
W. G. Sebald
Vértigo