8.6.11



Buñuel decía a menudo que las películas deberían ser como las catedrales: habría que borrar todos los nombres de los créditos. Sólo quedarían unas bobinas anónimas, puras, sin ninguna marca de autor. Y entonces se contemplarían como se entra en una catedral, ignorando los nombres de quienes las construyeron, incluido el del maestro de obras.

Jean-Claude Carrière
La película que no se ve