20.1.14




Tus estatuas

Paradas en la sombra, parados cuerpos mágicos
tus estatuas no obstante suavemente transitan.
Es el tiempo la luna que esa marea dice
hasta el alba difusa de una ventana lejos.

Un agua desolada las llena como oro
madurando sus vientres y su piel no vestida
haciendo que aparezcan sonrisas o secretos
en ese busto blanco que se eleva sin ruido.

O que en esa cabeza de niño, delicadas
florezcan las gardenias de una tarde ya muerta
acaso sobre un trigo que tú misma apagaste
por pensar que la noche no cambia el horizonte.

Escucha largamente las canciones del barro
las palabras del yeso, sus ayes melancólicos
la ternura que esperan los objetos aun ciegos
y besa con tus manos su informe arborescencia.

Juan Eduardo Cirlot




Estudio de Teresa Guerrero y Javier Martínez.