7.1.13
Turning the world, 2005. Anish Kapoor
Pero ni siquiera desde el punto de vista de las cosas más insignificantes de la vida somos un todo materialmente constituido, idéntico para todo el mundo, y de quien basta a cualquiera con ir a informarse como si se tratara de un pliego de condiciones o de testamento; nuestra personalidad social es una creación del pensamiento de los demás. Hasta el acto tan simple que denominamos “ver a una persona que conocemos” es en parte un acto intelectual. Llenamos la apariencia física de la persona que vemos con todas las nociones que tenemos sobre ella, y en la imagen total que nos hacemos esas nociones ocupan desde luego la mayor parte. Terminan por hinchar de forma tan perfecta las mejillas, por seguir con una adherencia tan cabal la línea de la nariz, se empeñan con tanta eficacia en matizar tan bien la sonoridad de la voz como si ésta sólo fuera una envoltura transparente, que, siempre que vemos ese rostro y oímos esa voz, son esas nociones lo que encontramos, lo que escuchamos. (…)
Como si en nuestra vida ocurriese lo que ocurre en un museo donde todos los retratos de una misma época tienen un aire de familia, una misma tonalidad.
Marcel Proust
Por la parte de Swann. En busca del tiempo perdido.