Recuerdo un texto de Italo Calvino recogido en Colección de Arena en el que reflexiona sobre como todo mapa tiene algo de imaginario, de realidad deformada.
Nuestros mapas, los instrumentos con los que nos ubicamos en el mundo, no cumplen menos esta característica que los creados por este cartógrafo romano hace veinte siglos. Donde podemos observar una percepción circular del Imperio y como todo gira alrededor de Grecia en su centro, a la que se asoma Roma. El Mediterráneo es más un río transitable en el que van apareciendo las islas como satélites y Europa, Africa y Asia como montañas protectoras de ese surgimiento.
¿No existirá un cierto paralelismo entre este mapa y nuestra forma de percibir el cosmos? El mapa por su naturaleza como algo en continua variación. Movilidad de paso inestable.
César Barrio