11.2.24

Esculturas de Manuel Rosa




o que aqui se dá a ver é o nosso medo:

cada fotografia diz que as trevas são luminosas e a luz sombria, que a luz se abre em grãos de sombra, se torna descontínua às vezes concentra-se e pesa a traça a linha da ilucinação: é assim que a sombra devém a alucinação de uma luz que cede, o excesso de uma luz que se deposita: movemo-nos numa paisagem única: a da cegueira branca que se parte e erra, inscrevendo no mundo um segredo que não lhe pertence.

Esta luz não abre à palavra. Mas abre em nós a palavra como uma reminiscência.


lo que vemos aquí es nuestro miedo:

cada fotografía dice que la oscuridad es luminosa y la luz sombría, que la luz se abre en granos de sombra, se hace discontinua, a veces se concentra y pesa sobre la línea de la alucinación: así es como la sombra se convierte en la alucinación de una luz que cede, el exceso de una luz que se deposita: nos movemos en un paisaje único: el de la ceguera blanca que se rompe y yerra, inscribiendo en el mundo un secreto que no le pertenece.

Esta luz no abre la palabra. Pero abre en nosotros la palabra como una reminiscencia.









há olhos que não vêem o voo, mas a sua queda, entre pedrisco; há olhos que não vêem o corpo no seu auge, mas a longa cicatriz; há olhos que não vêem o texto, mas a palavra, uma só, que cega todas as outras; há olhos que não vêem Deus, mas o seu teatro, os sinais da sua passagem ou da sua ausência; há olhos que constroem os sinais da passagem de um deus para conseguirem parar. A essa paragem chama-se desmesura. Há este olhar que aflora as coisas, as faz crescer até ao insuportável, e lhes dá a dignidade do rudimento; que abre os lábios a uma só palavra e entra nos seus meandros para a esquecer; que torna cada coisa um vestígio e se apaga ao ir de uma coisa a outra: e neste percurso expõe a mortalidade; há olhar que não vê nexos mas acumulações.


hay ojos que no ven el vuelo, sino su caída entre los guijarros; hay ojos que no ven el cuerpo en su apogeo, sino la larga cicatriz; hay ojos que no ven el texto, sino la palabra, una solo, que ciega todas las demás; hay ojos que no ven a Dios, sino su teatro, los signos de su paso o de su ausencia; hay ojos que construyen los signos del paso de un dios para detenerse. Este paso se llama desmesura. Hay una mirada que explora las cosas, las hace crecer hasta lo insoportable y les da la dignidad del rudimento; que abre los labios a una sola palabra y se adentra en sus entresijos para olvidarla; que convierte cada cosa en un vestigio y se borra al pasar de una cosa a otra: y en este viaje expone la mortalidad; hay una mirada que no ve nexos sino acumulaciones.


Um homem está voltado para a imprecisão: a do crepúsculo da manhã ou a do crepúsculo da tarde: e espera que o verbo separe a luz das trevas. Um homem espera a noite do caos ou o dia da criação. E que a fronteira se torne nítida para avançar.

eis as marcas da fuga: a estrela no seu desenho liga todos os tempos, mas o choro, hoje, já não é por ela.

O choro é sempre um lugar incerto. E a estrela tem agora a irregularidade de uma pedra candente. Candente.

Os casacos recompõem, sobre a neve, ou no adelo da esquina, os mesmos corpos ríspidos.


Un hombre se vuelve hacia la imprecisión: está el crepúsculo de la mañana o está el crepúsculo de la tarde: y espera que el verbo separe la luz de la oscuridad. Un hombre espera la noche del caos o el día de la creación. Y a que la frontera se torne nítida para avanzar.

Estas son las marcas de la huida: la estrella en su diseño une todos los tiempos, pero el llorar, hoy, ya no es para ella.

Llorar es siempre un lugar incierto. Y la estrella tiene ahora la irregularidad de una piedra ardiente. Ardiente.

Los abrigos recomponen, sobre la nieve, o sobre el hielo de la esquina, los mismos cuerpos ásperos.


esqueçamos os olhos, fixemos a sua sombra; esqueçamos o que esses olhos viram, fixemos o desenho que desenham em nós, a cara onde os sinais explodem; olhemos o fragmento de um rosto, as gotas de solda na íris. a pálpebra blefa, o bigode, verificaremos que estes destroços o devoraram até à caricatura; olhemos a caricatura de um rosto, um rosto acoitado na sua caricatura, comparemo-lo ao rosto pleno onde se inscreve a nudez, rosto entre rostos, sem nada que lhe sirva de casa; a luz que o fixou continua a desabrigá-lo, cereal negro a descrever-lhe os contornos,

hoje, rosto algum torna a mão um segredo.


olvidemos los ojos, fijémonos en su sombra; olvidemos lo que esos ojos han visto, fijémonos en el dibujo que dibujan en nosotros, la cara donde los signos explotan; miremos el fragmento de un rostro, las gotas de soldadura en el iris. el párpado burlón, el bigote, verificaremos que estos destrozoa lo devorarán hasta la caricatura, un rostro atrapado en su caricatura, comparémoslo con el rostro completo donde se inscribe la desnudez, rostro entre rostros, sin nada que le sirva de hogar; la luz que lo fijó continua a desabrigarlo, cereal negro a describirle los contornos,

hoy, cualquier rostro torna la mano un secreto.


O mundo é o enigma da luz.


El mundo es el enigma de la luz.









como falar de outra coisa senão deste branco que decompõe o mundo? desta luz que tudo aproxima da exasperação e mostra aos esquecidos, na beleza amável de poemas e histórias, que pode haver outros caminhos? Esta luz ama a fronteira, aquilo que a sordidez doméstica se recusa a ver; tem a memória feita de fracturas; vem de um tempo que o presente continuamente alimenta com o seu terror; desvenda outras guerras, outras casas, outras enumerações. E não constrói poder algum: empobrece no que ilumina, até se transformar num objecto de luz.

Esta luz mostra-se, isto é, tem nas coisas uma luz que a mostra: o esplendor da rudeza; vive carregada do que queremos esquecer: das casas que desabitámos, dos escombros do mundo, das pessoas que perdemos.

Esta luz ama os destroços. porque é perto, de perto, que a beleza não encontra álibi.

Interromper as frases, não ceder ao fascínio, ao fascismo, da sua certeza pandémica.

Afastar os olhos do silêncio intacto.

Mover o rosto para a palavra que se retoma.

Única.


¿cómo hablar de otra cosa que de este blanco que descompone el mundo? ¿de esta luz que todo lo acerca a la exasperación y muestra a los olvidados, en la suave belleza de los poemas e historias, que puede haber otros caminos? Esta luz ama la frontera, aquello que la sordidez doméstica se niega a ver; tiene su memoria hecha de fracturas; viene de un tiempo que el presente continuamente alimenta con su terror; descubre otras guerras, otras casas, otras enumeraciones. Y no construye poder alguno: empobrece lo que ilumina, hasta convertirlo en objeto de luz.

Esta luz se muestra, esto es, tiene en las cosas una luz que la muestra: el esplendor de la rudeza; vive cargada de lo que queremos olvidar: de las casas que hemos dejado atrás, de los escombros del mundo, de las personas que perdemos.

A esta luz ama los escombros, porque es cerca, de cerca, donde la belleza no encuentra coartada.

Interrumpe las frases, no cedas a la fascinación, al fascismo, de su certeza pandémica.

Aparta los ojos del silencio intacto.

Mueve el rostro hacia la palabra que vuelve.

La única.



perdemo-nos sempre na simplicidade do seu engano, encontramo-nos sempre no labirinto do seu abandono: corredores que abrem para corredores, mosaicos que sucedem a mosaicos, neóns que repetem néons: meticuloso trabalho da luz, à nossa volta, a tecer o casulo.


Não mais o espaço que um dia rasteiro semeia de trevos crestados pela geada, de troncos finos e quebradiços, de um cruzeiro sinal de uma violência redentora.


a pele côncava da fuga,...

..., onde se constrói a luz

..., e tudo fica vacilante.


vou levantar as paredes da casa, e pacientemente começamos o trabalho, tijolo a tijolo; nada nos protege, a não ser as paredes que erguemos devagar.


Siempre nos perdemos en la sencillez de su engaño, siempre nos encontramos en el laberinto de su abandono: pasillos que se abren a pasillos, mosaicos que siguen a mosaicos, neones que repiten neones: el minucioso trabajo de la luz, a nuestro alrededor, tejiendo la envoltura.


Ya no es el espacio que un día bajo la siembra de tréboles escarchados por la helada, de troncos finos y quebradizos, de un crucero señal de violencia redentora.


la piel cóncava de la fuga,...

..., donde se construye la luz

..., y todo queda vacilante.


Voy a levantar los muros de la casa, y pacientemente comenzamos el trabajo, ladrillo a ladrillo; nada nos protege, a no ser los muros que lentamente levantamos.









Lutar com as palavras, progredir

pelo interior desta guerra até chegar

á palavra única da perda, esmagá-la

contra mim, obrigar-me a dizer

o seu corpo dizimado. O caos. Os cacos.


1.

a tarde é a pausa de uma guerra:

o pó suporta o dia vacilante

que o vento teima em dispersar.

Casas abrem a ruína no instante,

a árvore seca, o enigma na areia,

sombra de um nome a soletrar

o segredo com o segredo.

Nunca fujas da tua intimidade.


2.

a espera é uma palavra sitiada

não faz o desenho de uma vida

no copo a água vibra sob a vespa

pousa no rebordo a mão um tempo duro.

Que morte insinua na pausa a minha espera?

Que sulco traz o sol à rua abandonada?


Requiem

as raízes da luz são os meus olhos

onde o lugar do teu rosto se cansou,

a pátria é um momento inesperado

que visitas com a tua ausência.


Luchar con las palabras, progresar

por el interior de esta guerra hasta llegar

a la palabra única de la pérdida, aplastarla

contra mí, obligarme a nombrar

su cuerpo diezmado. El caos. Los fragmentos.


1.

la tarde es la pausa de una guerra:

el polvo sostiene el día vacilante

que el viento se obstina en dispersar.

Las casas se abren a la ruina en un instante,

el árbol seco, el enigma en la arena,

sombra de un nombre que deletrea

el secreto con el secreto.

Nunca huyas de tu intimidad.


2.

la espera es una palabra sitiada

no hace el dibujo de una vida

en el vaso el agua vibra bajo la avispa

un tiempo duro descansa en el borde de la mano.

¿Qué muerte insinúa la pausa de mi espera?

¿Qué surco trae el sol a la calle abandonada?


Réquiem

las raíces de la luz son mis ojos

donde el lugar de tu rostro se cansó,

la patria es un momento inesperado

que visitas con tu ausencia.



Ceuta

Os barcos, sedimentos de um negro mais compacto, movem o silêncio entre dois mundos: a viagem anuncia os seus despojos. Longe, a rasar o horizonte, o dia é o que resta da descida de uma pálpebra.

Todos os portos descrevem um abandono: a sua repetição: sobre os guindastes, as amarras e os navios, inscreve-se sempre o mesmo sinal.

O terror refugiou-se no tempo, mas de vez em quando alguém diz um dos seus nomes.

E a multidão rejubila,

abrir a luz a fragmentação. Estilhaçar uma cidade doente. Cada coisa atravessa-se na trajectória se outra coisa, e cada trajectória parte o mundo. Hoje, os olhos cansam-se de continuamente tentarem juntar o que se dispersa.


Souk-Khémis-des-Anjra

o dia é pleno por todo o lado. Como um bloco.

Só um movimento põe na luz uma pausa.Jorge Martins


Ceuta

Los barcos, sedimentos de un negro más compacto, mueven el silencio entre dos mundos: el viaje anuncia sus despojos. Lejos, rozando el horizonte, el día es lo que queda de la bajada de un párpado.

Todos los puertos describen un abandono: su repetición: en las grúas, las amarras y los navíos, inscribe siempre la misma señal.

El terror se ha refugiado en el tiempo, pero de vez en cuando alguien dice uno de sus nombres.

Y la multitud se regocija,

abrir la luz a la fragmentación. Destrozar una ciudad doliente. Cada cosa se atraviesa en la trayectoria de otra cosa, y cada trayectoria parte el mundo. Hoy, los ojos se cansan de intentar continuamente recomponer lo que se dispersa.




Souk-Khémis-des-Anjra

el día está lleno por todos los lados. Como un bloque.

Un solo movimiento pone en la luz una pausa.



Rui Nunes

O Choro É Um Lugar Incerto