29.3.25

Lunar Table by Isamu Noguchi, 1961-65 Photo by Kevin Noble. © The Isamu Noguchi Foundation and Garden Museum, New York




SOLO hay canto

porque hay montañas,

porque lo que decimos

las montañas lo deforman,

y así se forma,

con las palabras desvirtuadas

por los montes,

como el deseo de oírse

por primera vez,

el canto.

Ellas nos enseñaron

a no tener del todo la razón,

a suspendernos

y esperar.

Cuando aprendimos a callarnos

pudimos aprender a oírlo todo

sin asustarnos más

de lo que oíamos,

y en las palabras

desvirtuadas por los montes

reconocimos un anhelo

que las palabras no decían.

Así, silencio y canto

vienen juntos

y para algunos son lo mismo,

porque después de los silencios

más profundos,

para volver a pronunciar

cualquier palabra,

es imposible no cantar.


Fabio Morábito