4.12.11


¿De dónde venimos? ¿Quienes somos? ¿A dónde vamos?, 1897. Paul Gauguin


El cuadro que quiero hacer
Tiene seis metros de largo y dos de alto. ¿Por qué estas medidas? Porque es la anchura de mi taller y respecto a la altura, no puedo trabajar sin cansarme mucho. La tela ya está tensa, preparada, alisada con cuidado; ni un nudo, ni un pliegue, ni una mancha. Vean pues; será una obra maestra.
Desde el punto de vista geométrico, la composición de líneas se iniciará en el centro; serán unas líneas elípticas en un principio y luego se ondularán hasta los extremos. La figura principal será una mujer que se transforma en estatua, y sin embargo conserva la vida convirtiéndose en ídolo. La figura se destacará sobre un núcleo de árboles de los que no existen en la tierra, que sólo crecen en el paraíso. Está claro, ¿verdad? No se trata de la estatua de Pigmalión cobrando vida volviéndose humana, sino de la mujer convirtiéndose en ídolo. Tampoco se trata de la hija de Lot convertida en estatua de sal, ¡no, por Dios! Por todas partes surgen flores de perfume embriagador, los niños juegan en el jardín, las muchachas cogen flores; las frutas se amontonan en inmensos cestos y robustos muchachos en actitudes graciosas los llevan hasta los pies del ídolo. El cuadro debe de ser grave como una evocación religiosa, meláncolico y alegre como los niños. ¡Ah, me olvidaba! También quiero que haya pequeños cerditos adorables, negros, husmeando las cosas buenas para comer, moviendo la cola para indicar su apetito.
Mis personajes serían de tamaño natural en el primer plano, pero las reglas de la perspectiva me obligarán a hacer un horizonte muy alto y mi tela tan sólo tiene dos metros de altura y no podré desarrollar los soberbios mangos de mi jardín.
¡Qué difícil es la pintura! Aunque siguiera a pies juntillas las reglas, igualmente sería lapidado.
Para que tenga un aspecto grave, los colores tendrán que ser graves también. Para que sea alegre, los colores cantarán como las espigas de trigo, serán claros. ¿Deberá ser una pintura clara u oscura? Existe un "entre las dos" que satisface a la gente en general, pero que no me gusta mucho.
Dios mío, qué difícil es la pintura cuando se quiere expresar el pensamiento con medios pictóricos y no literarios. Decididamente, el cuadro que voy a hacer está lejos de estar realizado, el deseo es mayor que mi capacidad, mi debilidad es inmensa (inmensa y debilidad, ¡hum!). Durmamos...

Paul Gauguin
Escritos de un salvaje