13.11.23

Gris, Vide, Cris, 2023. Rui Chafes and Alberto Giacometti

Gulbenkian Foundation, Lisboa






No princípio   Lembro-me: estava ao colo de alguém. Havia um terreiro, uma casa ao fundo, ou no meio, isolada. Nem árvores, nem arbustos, só um corvo esgravatava, na terra vermelha, como um borrão saltitante.


E o sol.


Meio-dia, talvez.


Porque a luz vinha de todos os lados, e na casa não se distinguia um refúgio, uma sombra: desenho trémulo, sem protuberâncias nem reentrâncias que, de vez em quando, um golpe de vento parecia arrastrar.


-É ali.


A minha chegada são estas palavras, com a sua clareza, ditas por ninguém. Voz sem corpo que soava um pouco atrás de mim, voz sem nome, sem sexo. Voz que afastava as coisas. Que me começou a perseguir, que me continuou a perseguir, que ainda me persegue. Voz que estará, no instante da minha morte, a dizer-me:


-É ali.



El principio Me acuerdo: estaba en el regazo de alguien. Había un patio, una casa al fondo, o en medio, aislada. Sin árboles, sin arbustos, sólo un cuervo escarbando, en la tierra roja, como una mancha saltarina.


Y el sol.


Mediodía, tal vez.


Porque la luz venía de todos los lados, y en la casa no se distinguía un refugio, una sombra: dibujo tembloroso, sin protuberancias ni recovecos que, de vez en cuando, una ráfaga de viento parecía barrer.


-Está allí.


Mi llegada son estas palabras, con su claridad, pronunciadas por nadie. Voz sin cuerpo que sonaba un poco detrás de mí, voz sin nombre, sin sexo. Una voz que alejaba las cosas. Que me empezó a perseguir, que siguió persiguiéndome, que todavía me persigue. Una voz que, en el momento de mi muerte, me dirá:


-Está allí.







Mas espera-te o mesmo. De vez em quando, abre-se uma nesga na indiferença do mundo e um freixo torna-se claro, uma sebe, uma ponte, um muro, a pena de uma rola, os lábios, uma palavra. 


E os meus olhos.

Que se lembran.

Lembram-se de ver.


Há um grande silêncio no vento.

Tem uma casa. E um pó de barro.

Há uma grande secura nos lábios:

sempre que falam, uma palavra esconde um deserto.

Há.

Em qualquer início um deserto.

:

-é ali.


Tudos os objectos designam um abandono:

eis o início.


As palavras só prolongam palavras.

Até ao tumulto. De um rosto.


Sem história, a dor é um nome indiferente



Pero te espera lo mismo. De vez en cuando, se abre una brecha en la indiferencia del mundo y se hace evidente un fresno, un seto, un puente, un muro, la pluma de una tórtola, unos labios, una palabra. 


Y mis ojos.

Que se acuerdan.

Se acuerdan de ver.


Hay un gran silencio en el viento.

Hay una casa. Es un polvo de barro.

Hay una gran sequedad en sus labios:

cada vez que hablan, una palabra esconde un desierto.


Lo hay.


En cualquier início hay un desierto.

:

-está ahí.


Todos los objetos designa un abandono:

he aquí el inicio.


Las palabras sólo prolongan las palabras.

Hasta el tumulto. De un rostro.


Sin historia, el dolor es un nombre indiferente







Celan  Lê-lo como alguém que perdeu, letra a letra, as palavras mais simples. Até só haver queimaduras. Ou a sofreguidão de uma guerra.

:

Chamavam-no: ele era atirado para o meio daeira.

E a eira crescia.

A falta de uma sombra que o enraizasse.

:

O vento do abandono, que há em qualquer lugar vazio, atravessava-o.


Nunca os restos de uma língua forma tão pujantes.

Como um uivo.

O seu intraduzíbel silêncio.



Celan Léelo como alguien que perdió, letra a letra, las palabras más simples. Hasta sólo quedar quemaduras. O la voracidad de una guerra.

:

Lo llamaron: lo echaron en medio de la era.

Y la era creció.

A falta de una sombra que lo enraizase.

:

El viento del abandono, que hay en cualquier lugar vacío, lo atravesó.


Nunca los restos de una lengua habían sido tan poderosos.

Como un aullido.

O su intraducible silencio.







Ele sabe:

ligar uma palavra a outra é já uma traição.

Um massacre inacabado.

Uma dor imcompleta.

Os olhos

queimados na forja

recusam a transparência.

A denúncia.



gestos foram todas as palavras que aprendi. As mais remotas. As mais próximas das coisas. Tão próximas, quese confundem com elas.

Barro.

:

A nudez do barro.



livros Há livros que acompanham uma vida: separam-se do seu autor e esquecem-no. Outros, confundem-se com quem os escreveu: sao um corpo, uma dor, uma doença, um modo de morrer. Um nome.



Él lo sabe:

vincular una palabra a otra ya es una traición.

Una masacre inacabada.

Un dolor incompleto.

Sus ojos

quemados en la fragua

rechazan la transparencia.

La denuncia.


Gestos fueron todas las palabras que aprendí. Las más remotas. Las más próximas a las cosas. Tan próximas, que se confunden con ellas.

Barro.

:

La desnudez del barro.


libros Hay libros que acompañan una vida: se separan de su autor y lo olvidan. Otros, se confunden con quien los escribió: son un cuerpo, un dolor, una enfermedad, una forma de morir. Un nombre.








luz Atravessa os objectos. A nossa sombra. O que somos: a deslizar numa parede. Crua. E espelhos. Que nos batem.

E rasgo
na ferida outra ferida.
O espelho
onde.

todas as palavras convergem. Para uma. Aquela. com que nasce cada um. A minha. Esta. Que se repete imprevisível. A sua fome: tensa. A razia de um campo. Devastado. Vasto como a palma da mão, aberta.

Casas A primeira casa de que me lembro é a chegada a uma casa. Paredes, janelas, portas, contra os meus olhos, contra a minha mão que se estendia como se a quisesse tocar. Contra mim. Uma casa distante, voltada para dentro.
Não esqueças: a mais bela casa é a mão.

Nunca aprendi uma casa: ou me perdia nelas ou fugia delas. Como dos países. Das pátrias. Cruzá-las na noite de um viagem.
Estar sempre a partir.


luz Atraviesa los objetos. A nuestra sombra. Lo que somos: deslizándose por una pared. Cruda. Y espejos. Que nos golpean.

Y el desgarro
una herida en otra herida.
El espejo
donde

todas las palabras convergen. En una. Aquella. con la que nace cada uno. La mía. Esta. Que se repite imprevisiblemente. Y su hambre: tensa. La incursión de un campo. Devastado. Inmenso como la palma de tu mano, abierta.

Casas La primera casa que recuerdo es la llegada a una casa. Paredes, ventanas, puertas, contra mis ojos, contra mi mano que se extendía como si la quisiese tocar. Contra mí. Una casa distante, vuelta hacia dentro.
No lo olvides: la casa más bella es la mano.

Nunca aprendí una casa: o me perdía en ellas o huía de ellas. Como de los países. De patrias. Cruzándolos en la noche de un viaje.
Estar siempre para partir.








Um sentido pode ser substituído por outro.
Uma ruína é, Única.
Vai do silêncio ao silêncio.

Celan Viveu o abismo de uma ruína. Até o fim. E nunca soube recomeçar: os passos empurravam-no para dentro, e le, com a determinação dos sonâmbulos, abria uma passagem. E afastava-se. Não reconhecera o nome por que o chamavam. Para que não fosse. O seu nome transformado num rasgão. Num rascunho.
Tudo.
Todos:
:
esperava-o a água:
onde via, na escuridão do rosto, a sua queda.


Un sentido puede ser sustituido por otro.
Una ruina es, Única.
Va de silencio en silencio.

Celan Vivió el abismo de una ruina. Hasta el final. Y nunca supo recomenzar: los pasos le empujaron hacia dentro, y él, con la determinación de los sonámbulos, abrió un pasadizo. Y se alejaba. No reconocerá el nombre por el que le llamaban. Para que no sucedira. Su nombre transformado en una lágrima. Un bosquejo.
Todo.
Todos:
:
le esperaba el agua:
donde vio, en la oscuridad del rostro, su caída.








Qualquer gesto, por mais simples, refaz uma ausência.

Desobedece ao lugar à tua frente, seja a casa onde não entraste ainda, seja o rosto que não consegues reconstruir. Desobedece para que não encontres um caminho e possas soletrar a tua perda, com a aplicação dos que nunca souberam desesperar.

Manhãs De madrugada, as luzes dos candeeiros ficam mais intensas. como se o dia que vai nascer, a nascer, as levasse à beira da explosão. Por instantes, o desenho é definitivo. Os sons são traços. As árvores. Os prédios. Mas. Pouco a pouco, as sombras desprendem-se das coisas. Como um líquido que se derrame.E a luz começa a cegar.

quaisquer passos são o início de um deserto.


Heidegger-Celan

na palavra renasce
o animal predador.
Mas o poema sufoca essa fome
sem interstícios.

eco O meu olhar repete 
o mundo. Como un rosto,
o instante do desejo. Ou
qualquer morte, a primeira.



Cualquier gesto, por sencillo que sea, reconstruye una ausencia.

Desobedece al lugar que tienes delante, ya sea la casa en la que aún no has entrado, sea el rostro que no puedes reconstruir. Desobedece para que no encuentres un camino y puedas deletrear tu pérdida, con la solicitud de los que nunca supieron desesperar.

Mañanas Al amanecer, las luces de las lámparas se vuelven más intensas, como si el día que va a nacer, las llevara al borde de la explosión. Por un instante, el dibujo es definitivo. Los sonidos son huellas. Los árboles. Los edificios. Pero. Poco a poco, las sombras se desprenden de las cosas. Como un líquido que se derrama. Y la luz empieza a cegar.

Cualquier paso es el comienzo de un desierto.


Heidegger-Celan

en la palabra renace
el animal depredador.
Pero el poema sofoca este hambre
sin intersticios.

eco Mi mirada repite 
el mundo. Como un rostro,
el instante del deseo. O
cualquier muerte, la primera.


Rui Nunes
Barro