Gulbenkian Foundation, Lisboa
No princípio Lembro-me: estava ao colo de alguém. Havia um terreiro, uma casa ao fundo, ou no meio, isolada. Nem árvores, nem arbustos, só um corvo esgravatava, na terra vermelha, como um borrão saltitante.
E o sol.
Meio-dia, talvez.
Porque a luz vinha de todos os lados, e na casa não se distinguia um refúgio, uma sombra: desenho trémulo, sem protuberâncias nem reentrâncias que, de vez em quando, um golpe de vento parecia arrastrar.
-É ali.
A minha chegada são estas palavras, com a sua clareza, ditas por ninguém. Voz sem corpo que soava um pouco atrás de mim, voz sem nome, sem sexo. Voz que afastava as coisas. Que me começou a perseguir, que me continuou a perseguir, que ainda me persegue. Voz que estará, no instante da minha morte, a dizer-me:
-É ali.
El principio Me acuerdo: estaba en el regazo de alguien. Había un patio, una casa al fondo, o en medio, aislada. Sin árboles, sin arbustos, sólo un cuervo escarbando, en la tierra roja, como una mancha saltarina.
Y el sol.
Mediodía, tal vez.
Porque la luz venía de todos los lados, y en la casa no se distinguía un refugio, una sombra: dibujo tembloroso, sin protuberancias ni recovecos que, de vez en cuando, una ráfaga de viento parecía barrer.
-Está allí.
Mi llegada son estas palabras, con su claridad, pronunciadas por nadie. Voz sin cuerpo que sonaba un poco detrás de mí, voz sin nombre, sin sexo. Una voz que alejaba las cosas. Que me empezó a perseguir, que siguió persiguiéndome, que todavía me persigue. Una voz que, en el momento de mi muerte, me dirá:
-Está allí.
Mas espera-te o mesmo. De vez em quando, abre-se uma nesga na indiferença do mundo e um freixo torna-se claro, uma sebe, uma ponte, um muro, a pena de uma rola, os lábios, uma palavra.
E os meus olhos.
Que se lembran.
Lembram-se de ver.
Há um grande silêncio no vento.
Tem uma casa. E um pó de barro.
Há uma grande secura nos lábios:
sempre que falam, uma palavra esconde um deserto.
Há.
Em qualquer início um deserto.
:
-é ali.
Tudos os objectos designam um abandono:
eis o início.
As palavras só prolongam palavras.
Até ao tumulto. De um rosto.
Sem história, a dor é um nome indiferente
Pero te espera lo mismo. De vez en cuando, se abre una brecha en la indiferencia del mundo y se hace evidente un fresno, un seto, un puente, un muro, la pluma de una tórtola, unos labios, una palabra.
Y mis ojos.
Que se acuerdan.
Se acuerdan de ver.
Hay un gran silencio en el viento.
Hay una casa. Es un polvo de barro.
Hay una gran sequedad en sus labios:
cada vez que hablan, una palabra esconde un desierto.
Lo hay.
En cualquier início hay un desierto.
:
-está ahí.
Todos los objetos designa un abandono:
he aquí el inicio.
Las palabras sólo prolongan las palabras.
Hasta el tumulto. De un rostro.
Sin historia, el dolor es un nombre indiferente
Celan Lê-lo como alguém que perdeu, letra a letra, as palavras mais simples. Até só haver queimaduras. Ou a sofreguidão de uma guerra.
:
Chamavam-no: ele era atirado para o meio daeira.
E a eira crescia.
A falta de uma sombra que o enraizasse.
:
O vento do abandono, que há em qualquer lugar vazio, atravessava-o.
Nunca os restos de uma língua forma tão pujantes.
Como um uivo.
O seu intraduzíbel silêncio.
Celan Léelo como alguien que perdió, letra a letra, las palabras más simples. Hasta sólo quedar quemaduras. O la voracidad de una guerra.
:
Lo llamaron: lo echaron en medio de la era.
Y la era creció.
A falta de una sombra que lo enraizase.
:
El viento del abandono, que hay en cualquier lugar vacío, lo atravesó.
Nunca los restos de una lengua habían sido tan poderosos.
Como un aullido.
O su intraducible silencio.
Ele sabe:
ligar uma palavra a outra é já uma traição.
Um massacre inacabado.
Uma dor imcompleta.
Os olhos
queimados na forja
recusam a transparência.
A denúncia.
gestos foram todas as palavras que aprendi. As mais remotas. As mais próximas das coisas. Tão próximas, quese confundem com elas.
Barro.
:
A nudez do barro.
livros Há livros que acompanham uma vida: separam-se do seu autor e esquecem-no. Outros, confundem-se com quem os escreveu: sao um corpo, uma dor, uma doença, um modo de morrer. Um nome.
Él lo sabe:
vincular una palabra a otra ya es una traición.
Una masacre inacabada.
Un dolor incompleto.
Sus ojos
quemados en la fragua
rechazan la transparencia.
La denuncia.
Gestos fueron todas las palabras que aprendí. Las más remotas. Las más próximas a las cosas. Tan próximas, que se confunden con ellas.
Barro.
:
La desnudez del barro.
libros Hay libros que acompañan una vida: se separan de su autor y lo olvidan. Otros, se confunden con quien los escribió: son un cuerpo, un dolor, una enfermedad, una forma de morir. Un nombre.